miércoles, mayo 06, 2009

14. Hiperhidrosis nocturna

Publicado por Alba |

Tenía un gran problema: estaba oscureciendo y aún no había tomado su baño diario. Sufría de una rara enfermedad que afectaba al aspecto de su epidermis al entrar en contacto con líquidos sin la presencia de la luz solar directa. Algo que ver con una defectuosa absorción del agua, material de artículos de post-grado para biopatología biocomplicada. Para que nos entendamos, era algo así como un híbrido de Gremlin.

Miró el reloj, consultó en Internet la hora prevista del ocaso correspondiente a la época del año y se plantó frente al espejo del baño cronómetro en mano. Según sus cálculos tenía un margen de apenas diez minutos.

Imposible, pensó. Yo soy de baños largos y no claudico ante una ducha corta. Hasta preferiría ir de apestoso mañana al trabajo.

Por supuesto, tampoco pensaba claudicar ante madrugar cinco minutos más de lo necesario. Ni aunque cuestión de fuerza higiénica mayor se tratase.

Resuelto, dejó el cronómetro sobre la repisa del baño y se dispuso a volver a su sanctasanctórum. Sin embargo su visión periférica le traicionó ofreciéndole un atisbo de su abandonada bolsa del gimnasio.

Una punzada de germofobia aguda le recorrió el espinazo, como una descarga eléctrica. Mirada rápida hacia la ventana.

Siete minutos y medio, calcula. Con una pasmosa velocidad, se desprende de todas sus prendas y se personifica en lo que tiene más a mano: el plato de la ducha.

Qué es una mitosis más.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Subscribe