sábado, noviembre 28, 2009

220. Corazón que no siente

Publicado por Alba |

Compré dos babosas y las puse en un terrario, junto a mi escritorio, con vistas a mi cama. Le puse tu nombre a una de ellas. La otra no me importa un pito, no pienso llamarla de ninguna manera. Tu tocaya se le sube por encima, baboseando a su alrededor, y hace cosas que no entiendo ni quiero entender. No suelo pasarme la vida mirando al terrario, pero cuando se me va la vista y están pegadas, lo cubro con una tela oscura. Al momento ni me acuerdo ni me importa. Porque, si realmente me importara, pensaría en ello. No digo constantemente, pero de vez en cuando. Y levantaría el trapo para mirar si siguen vivas.

La verdad es que son sólo dos babosas. Y me importan un pimiento. Ni la otra, ni la que lleva tu nombre. El terrario lleva una semana tapado, y ni me acuerdo de ellas.

Ojos que no ven.

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