La llamo. No puedes hacer eso, no cedas. Quiero llamarla. Si haces eso, ganará ella. No se trata de ganar, quiero saber qué tal le va. Estás admitiendo derrota, el último movimiento fue tuyo, no te toca mover ficha. No la movera jamás. No si te adelantas tú siempre, se las regalas todas. Ya me da igual, no queda nada, sólo necesito escuchar su voz. ¿Escuchar su voz? No me jodas. ¿Tú te estás oyendo? Desharás todo el trabajo, precisamente echaste marcha atrás para dejarle sitio, no para acelerar. Si invades el carril contrario te expones a que se te lleve por delante el primer camión que pase y adiós muy buenas, perdiste. Ya me confundes con semejante idiotez de símil, me voy a la cama, tú ganas. Ya era hora.
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