"Cuando se hace tarde, y tu cerebro te dice que ya pasó la hora tope de pensar, lo mejor es desconectar y dejarte llevar el resto del día", me dice desde el otro extremo del sofá, clavando sus azulísimos ojos en mí y exhalando el humo de su cigarrillo lentamente, muy lentamente.
Nunca me he fiado de los ojos claros. Pero, es que es ya tan tarde...
Nunca me he fiado de los ojos claros. Pero, es que es ya tan tarde...
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